Israel, a la espera de los resultados de las legislativas, que se anuncian ajustados
El primer ministro Benjamin Netanyahu y su rival Benny Gantz esperaban este miércoles los resultados oficiales de las elecciones legislativas en Israel, que se anuncian ajustados, y apuntaban hacia unas difíciles negociaciones para lograr formar gobierno.
Según los sondeos a boca de urna, el conservador Likud de Netanyahu obtendría entre 30 y 32 escaños de los 120 de la Knesset, el Parlamento israelí, y la alianza centrista Kahol Lavan (Azul y Blanco) del exgeneral Gantz, entre 32 y 34.
Los resultados de los aliados potenciales de cada uno resultarán decisivos, pues la cuestión no es tanto quién de los dos, entre Netanyahu y Gantz, tendrá la mayor cantidad de escaños, sino cuál podrá alcanzar, mediante alianzas, el número de 61 diputados, umbral de la mayoría en el Parlamento.
Pero según los sondeos a boca de urna difundidos por los medios locales, por el momento ningún bloque parece capaz de reunir esta cifra.
Los resultados oficiales llegaban a cuentagotas durante la noche, dejando el país en suspenso.
– Conversaciones –
En cualquier caso, lo que ya parece claro es que los dos grandes partidos deberán negociar entre ellos o con otras formaciones para poder intentar formar un nuevo gobierno, evitando que se repita la situación de hace unos meses.
Entonces, el presidente del país, Reuven Rivlin, encomendó la formación de gobierno a Netanyahu quien, ante la imposibilidad de formar una coalición mayoritaria, prefirió disolver el parlamento y celebrar nuevas elecciones.
"Actuaremos para formar un amplio gobierno de unidad que exprese la voluntad del pueblo […] Iniciamos las negociaciones y hablaré con todo el mundo", declaró Gantz, exjefe del Estado Mayor, la madrugada del miércoles ante sus simpatizantes reunidos en Tel Aviv.
"Esta noche comienza el proyecto de reparación de la sociedad israelí", insistió Gantz, quien por la mañana había instado a votar contra la "corrupción" y el "extremismo", sin nombrar directamente a Netanyahu. "La unidad y la reconciliación están ante nosotros", añadió.
Por su parte, el primer ministro saliente, con voz ronca, defendió un "gobierno sionista fuerte", sin la participación de "partidos árabes antisionistas", durante un acto en plena madrugada poco concurrido.
"Vamos a negociar con el mayor número de socios para evitar la formación de un peligroso gobierno antisionista […] No habrá y no puede haber un gobierno que se apoye en partidos árabes antisionistas, partidos que niegan la propia existencia de Israel como Estado judío y democrático", añadió Netanyahu.
– Inclinar la balanza –
En este escenario, el partido nacionalista Israel Beiteinou del exministro Avigdor Lieberman, quien aún no se decantó por un bando, podría inclinar la balanza. Según los sondeos, contaría con 8 o 9 escaños.
Lieberman, quien ocupó la cartera de Defensa bajo el gobierno de Netanyahu antes de romper con el primer ministro, no se pronunció claramente sobre si apoyará al Likud o a Kahol Lavan, pero defendió la formación de un "gobierno de unión nacional ".
"Solo hay una opción para nosotros y es la formación de un amplio gobierno de unión nacional y liberal con Israel Beitenou", el Likud y Kahol Lavan, dijo Lieberman la noche del martes tras la publicación de los sondeos.
Lieberman se opuso durante su campaña a los partidos de judíos ultraortodoxos, aliados del Likud de Netanyahu, a los que acusa de querer convertir Israel en un Estado religioso. También atacó con vehemencia en los últimos años a las formaciones árabes.
Pero estos partidos, que obtendrían entre 11 y 15 escaños, podrían ser determinantes para la formación de gobierno.
"La era de Netanyahu ha terminado", dijo el martes por la noche Ahmed Tibi, uno de los tenores de la Lista Unida de partidos árabes.
"Si Benny Gantz llama, le comunicaremos nuestras condiciones, después de consultar a los partidos de la Lista Unida, tal vez no quiera llamarnos y preferirá formar un gobierno de unidad nacional" sin los partidos árabes añadió.
– Supervivencia política –
Estos nuevos comicios se producen además a solo un mes de la comparecencia de Netanyahu, de 69 años, ante la justicia por "corrupción", "abuso de confianza" y "malversación", cargos por los que aún no fue inculpado.
Una victoria electoral de Netanyahu, el primer ministro que más tiempo ocupó el cargo en el país, podría permitir a sus aliados votar su inmunidad. Pero si es electo y después inculpado, se convertiría en el primer jefe de gobierno en ejercicio en tal situación en la historia de Israel.
De los 6,4 millones de israelíes convocados a estas elecciones alrededor de 69,4% acudieron a las urnas, según la tasa de participación oficial de la comisión electoral.
AFP
18 de septiembre de 2019