Bradley Manning, un joven soldado de compleja personalidad

0
521
"Egoísta y temerario" o "joven ingenuo y bien intencionado": el misterio continúa rodeando la personalidad del soldado Bradley Manning, sentenciado este miércoles a 35 años de cárcel por espionaje.
Rubio, de pelo corto, con un rostro de adolescente y de gafas finas, el exmilitar de 25 años, oriundo de Oklahoma (sur), no da precisamente la impresión de ser uno de los más célebres \’whistleblowers\’ (\’responsable de fugas\’) de la historia de Estados Unidos.
Sin embargo, entre noviembre de 2009 y mayo de 2010, este exanalista de inteligencia descargó y luego envió a la web de WikiLeaks miles de documentos clasificados del Gobierno estadounidense sobre las guerras de Irak y Afganistán y 250.000 telegramas del departamento de Estado.
La \’fuga\’ del siglo provocó un terremoto en la diplomacia mundial y la ira de la primera potencia mundial. Un peso duro de sobrellevar para el joven Manning, quien en 2007 ingresó en el ejército después de una infancia pautada por los insultos de sus compañeros, sea por su aspecto de "intelectual" o por su homosexualidad.
Su abogado David Coombs -quien defendió su inocencia de los cargos de espionaje, fraude informático o complicidad con el enemigo- aseguró en su alegato final que Manning no era un traidor, como afirmaba la fiscalía, sino simplemente "un joven, ingenuo y bien intencionado" impactado por lo que vio en Irak.
La fiscalía lo describió, por el contrario, como "un ser egoísta y temerario", consciente de que al transmitir los documentos a WikiLeaks, éstos podrían ser vistos por los enemigos de Estados Unidos, en primer lugar Al Qaeda.
Durante las audiencias preliminares del proceso, varios testigos del Gobierno aludieron en un primer momento a Manning como una persona "deprimida", "ansiosa", "sujeta a crisis de pánico", mencionando incluso su mutismo, su sonambulismo y su "pérdida de referencias sexuales".
Unos miembros del personal de la prisión de Quantico (Virginia, este) -en la que Manning permaneció recluido durante nueve meses- contaron episodios en que el joven lamía los barrotes de su célula mientras dormía, lloraba mientras se golpeaba la cabeza con sus dos manos o hacía muecas al mirarse al espejo, intentando justificar la decisión de las autoridades de mantenerlo en un régimen de detención ultrasevero reservado a los suicidas.
La defensa, en cambio, negó siempre que Manning fuera un suicida. Su abogado, David Coombs, señaló que el sueño de su cliente era "ir a la universidad, trabajar en el servicio público y tal vez, algún día, ser candidato" a un cargo electivo.
Difícil establecer cuál de estos retratos se acerca más a la verdad.
La semana pasada, el soldado ofreció sus disculpas y lamentó que sus "acciones hayan hecho daño a personas y hayan hecho daño a Estados Unidos", tras haber sido condenado en julio de los cargos de espionaje y fraude.
En febrero, este apasionado de la geopolítica y tecnologías de la información justificó sus actos por el deseo de "provocar un debate público sobre las fuerzas armadas y la política exterior de Estados Unidos" y subrayó su certeza de que la difusión de los documentos que había filtrado "no causaría ningún daño" a la seguridad nacional.
Según Jeff Paterson, integrante de su comité de apoyo, Manning "podría haberse identificado con los pueblos de Irak y de Afganistán", en parte porque "siente las mismas cosas en tanto que miembro de una minoría tratada injustamente".
– AFP
[do_widget_area inner_adsbar]

Comments are closed.